Newmar, Julie (1933-). Actriz, bailarina e inventora estadounidense. Nació en Los Ángeles (California) como Julia Chalene Newmeyer. Su padre, Don Newmeyer (1902-1992), era el jefe del Departamento de Educación Física del Colegio Universitario de la Ciudad de Los Ángeles, donde asimismo trabajaba de entrenador principal del equipo de fútbol americano, deporte que había practicado profesionalmente en la década de 1920. La madre, Helen Jesmer Newmeyer (1901-?), había sido bailarina de las revistas del Ziegfield Follies también en los años 20 y luego se dedicó al diseño de moda con el sobrenombre de Chalene.

Aleccionada por su madre, Julia estudió piano y ballet desde muy pequeña. En 1948, completó la secundaria en el Instituto John Marshall de su ciudad, para luego pasar un año en Europa. Dotada de un alto coeficiente de inteligencia (135), ingresó a continuación en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) con una nota excelente (99 sobre 100), matriculándose en clases de música, francés y filosofía, aunque solo llegó a permanecer seis semanas.

Gracias a su esbelta figura y sus perfiladas piernas, encontró pequeños papeles de bailarina en comedias y revistas musicales, así como en la Ópera de Los Ángeles o de coreógrafa para estudios de cine. Su primer rol acreditado (con el nombre de Julie Newmeyer) fue en el film de aventuras La serpiente del Nilo (1953). En 1954, llegó su primer papel de éxito, como una de las chicas (Dorcas) de la oscarizada comedia musical  Siete novias para siete hermanos. Un año después, aparecía con su definitivo nombre artístico, Julie Newmar, en Silk Stockings, una revista de Broadway. Entre 1952 y 1999, Newmar ha actuado en una treintena de películas y en una docena de títulos para la escena, destacando también en su papel de la india Hesh-Ke en el wéstern El oro de Mackenna (1969) o en la comedia teatral The Marriage-Go-Round (1958), obra por la que recibió un Premio Tony a la mejor actriz de reparto (1959).

No obstante, su carrera de actriz se ha desarrollado principalmente en la televisión, donde debutó en 1957, en un capítulo de la serie The Phil Silvers Show. En este medio, logró la popularidad gracias a su interpretación de Catwoman a lo largo de trece episodios de Batman, emitidos en 1966 y 1967. En total, ha participado de estrella invitada en 41 series televisivas (la última en 2010), algunas difundidas en España como Dimensión desconocida (1963), Star Trek (1967), Superagente 86 (1968), McCloud (1970), Embrujada (1971), Colombo (1973), McMillan y su esposa (1975), Señor Ángel (1976) o Vacaciones en el mar (1979).

En la década de 1970, Newmar patentó un par de inventos relacionados con la lencería. En 1975 y 1977, recibió dos certificados (nº 3.914.799 y nº 4.003.094) a favor de unos pantis que proporcionaban un atrevido realce del trasero femenino. La idea de combinar unas medias de mujer con su ropa íntima, al objeto de evitar que aquellas no se cayeran sin recurrir a medios de sujeción como ligas o ligueros, ya había sido llevada a la práctica en la década de 1940 por algunos productores de teatro y cine que hacían coser unas medias de nailon a las bragas de las actrices. En 1958, Ernest G. Rice, un inventor de High Point (Carolina del Norte), obtuvo la patente nº 2.826.760 para una prenda unitaria que agrupaba un par de medias y unas bragas. Sin embargo, los primeros pantis fabricados para el mercado llegaron un año después, gracias a la empresa textil Glen Raven Knitting Mills (también de Carolina del Norte) que los comercializó bajo la marca “Panti-legs” (concedida en 1962 con el nº 727528).

Los pantis se convirtieron en un bien de consumo masivo durante la década de 1960, propiciado por la aparición de la minifalda (1962), obra de la diseñadora británica Mary Quant (1934-), y por el desarrollo del “Spandex”, una revolucionaria fibra sintética (también conocida como licra o elastano) inventada en 1958 por el químico estadounidense Joseph C. Shivers (1920-2014) para el gigante industrial E. I. du Pont de Nemours and Company, que la distribuyó a partir de 1962.

En 1970, las ventas de pantis ya habían superado a las de las medias tradicionales. Pero su popularidad trajo no pocos conflictos legales en relación a los derechos de propiedad, ya que el diseño de Rice (perfeccionado con otras dos patentes de 1962 y 1963) fue copiado por numerosos fabricantes, lo que se tradujo en una disputa que duró hasta 1976, con un dictamen favorable a Rice (si bien ya había fallecido para entonces).

En cualquier caso, estas patentes de Julie Newmar consistían en unas mejoras de los pantis a fin de resaltar, mediante un efecto intencionalmente descarado, la anatomía glútea de la usuaria. El invento buscaba resolver una carencia estética habitual en estas prendas: aplanaban demasiado el trasero. El nuevo tipo de pantis debía fabricarse en “Monvelle”, una fibra sintética, resistente y transparente, compuesta de un 50 % de nailon y otro 50 % de spándex, producida por Monsanto Company en 1974, aunque abandonada tres años después por la empresa al no satisfacer las expectativas.

El diseño de Newmar (con residencia en Nueva York) constaba de dos bandas elásticas, una horizontal rodeando la cintura (con la función de sujetar toda la prenda al cuerpo) y otra vertical siguiendo la línea de la hendidura interglútea hasta llegar a la entrepierna, pudiéndose ajustar cómoda y voluntariamente a las nalgas de la usuaria, que reposaban en una porción de la braga de menor elasticidad que las bandas antedichas y el resto de los pantis, todo lo cual posibilitaba producir la deseada y juvenil apariencia de realce, redondeo y firmeza. Newmar llegó a explotar comercialmente los pantis bajo la marca “Nudemar”, a un precio de cuatro dólares el par.

El otro invento de Newmar era un sujetador, por el que obtuvo la patente nº 3.935.865 en 1975. Se trataba de un sostén sin respaldo, es decir, para lucir vestidos de espalda descubierta. Este tipo de lencería había sido inventada en 1910 por Coresse Crosby (1891-1970), escritora estadounidense que lo patentó en 1914 y cuyos derechos de propiedad vendió a Warners Brothers Corset Company seis años después. En el diseño de Newmar, los tirantes habían sido sustituidos por un sistema de bandas y cordones que discurrían por aquellas zonas del cuerpo tapadas por la ropa tal que pechos, hombros, abdomen y cintura, lugar donde el sostén quedaba abrochado mediante un sencillo y accesible cierre de gancho y ojal.

En su patente, Newmar reconoció haberse inspirado en el sujetador sin respaldo diseñado por el magnate, cineasta y aviador Howard Hughes (1905-1976) para que la actriz Jane Russell (1921-2011) lo llevara puesto durante el rodaje del wéstern El forajido (1943). Hughes había considerado que la sustentación de los pechos debía encontrase por debajo de los mismos en vez de estar en los tirantes, de manera que solo se viera afectada por el movimiento torácico de la respiración, mucho más simple y pequeño que el de brazos y hombros. De este modo, el sujetador ya no constreñía la movilidad de las articulaciones superiores, evitándose asimismo que el continuado movimiento de los brazos acabase por desgastar la capacidad sustentadora del sostén.

Además, el sujetador diseñado por Newmar pretendía reforzar los ligamentos mamarios ante la debilidad causada por el paso de la edad, pero a la vez dar a la usuaria una sensación de libertad en el movimiento de sus senos durante la práctica de flexiones, bailes o deportes. Por ello, las copas carecían de costuras y aros (a diferencia del inventado por Hugues), lo que confería ligereza y flexibilidad, evitaba roces en la piel y ayudaba a potenciar la apariencia de no llevar nada debajo del vestido y de que los pechos se mantenían o se movían por sí mismos, incluso permitiendo abiertamente el perfilado de los pezones. Otras ventajas del sujetador eran: ser compacto y de fácil embalaje, aceptar prótesis de relleno, adaptarse a trajes de baño, económico de producir, sencillo de lavar, cómodo de poner y quitar, no precisar planchado y mantener su forma a través del tiempo.  Contrariamente a lo que sucedió con los pantis, Newmar no llegó a explotar comercialmente este otro invento suyo.

En la década de 1980, la carrera actoral de Julie Newmar entró en declive, diluyéndose en películas de bajo presupuesto o apareciendo esporádicamente en algún capítulo de serie. Por eso, decidió volver a la UCLA para estudiar cursos de bienes raíces con la intención de ocuparse de los negocios inmobiliarios que tenía su madre en Los Ángeles, haciéndose propietaria de un edificio comercial situado en una céntrica calle del barrio de Hollywood.

A partir de la década siguiente, Newmar vio cómo su nombre salía del olvido tras el éxito de la película Batman (1989) y las seis secuelas que la han seguido (la última de 2016). Haciendo de ella misma, ha aparecido en Return to the Batcave (2003), un telefilm protagonizado por los actores de la serie sesentera, e igualmente ha prestado su voz para el personaje de Catwoman en las películas de animación Batman: Return of the Caped Crusaders (2016) y Batman vs. Two-Face (2017). En los años 90, Newmar fue modelo de pasarela del diseñador francés Thierry Mugler (1948-). Ha sido homenajeada a través del videoclip Too Funky de George Michael (1992), la comedia A Wong Foo, gracias por todo, Julie Newmar (1995), en la que los tres personajes principales (unas “drag queen”) viajaban por todos los EEUU acompañados de una foto suya, y asimismo en la novela gráfica The Secret Life of Julie Newmar (2012) o en el Salón del Cómic de Phoenix (2014). Entre 2010 y 2013, ha aparecido en persona o de narradora en varios documentales sobre la época dorada de Hollywood y sobre ciencia ficción.

Octogenaria, Julie Newmar mantiene a día de hoy una vida muy dinámica, dedicada a la jardinería, al ejercicio físico y a la escritura de artículos de salud, belleza y autoayuda en su blog personal. Es, además, una activista muy comprometida con los derechos LGTBI, galardonada en 2014 por toda una vida dedicada a la defensa de los mismos.

Autora: Raquel Pintado Heredia
Editor: Luis Fernando Blázquez Morales

Última edición: enero de 2018