Museo Virtual

Nombres comerciales y rótulos de establecimiento

Otras de las modalidades de los signos distintivos son los nombres comerciales y los rótulos de establecimiento, figuras que hasta 1902 y 1929, respectivamente, no se diferencian de la colección general de marcas. En teoría, los nombres comerciales son signos con los que el industrial o comerciante realiza sus transacciones mercantiles, es decir la firma comercial, y tienen un ámbito de protección nacional; mientras que los rótulos de establecimiento son signos distintivos dirigidos a la diferenciación de los establecimientos comerciales (locales, etc.) abiertos al público y sólo protegen a nivel local.

Sin embargo, estas diferencias que acabamos de exponer no quedan tan claras en la Ley de 16 de mayo de 1902, que es la primera que introduce la nueva modalidad de nombres comerciales:

Se entiende por nombre comercial, el nombre, razón social ó denominación bajo las cuales se da á conocer al público un establecimiento agrícola, fabril ó mercantil.

Como vemos, entre 1902 y 1929 con la denominación de "nombre comercial" vamos a poder encontrar (como ocurría en el caso de los modelos y dibujos industriales) tanto firmas comerciales como rótulos de establecimiento, aunque fundamentalmente son estos últimos los predominantes, si nos atenemos a lo promulgado en el Real Decreto-Ley de 26 de julio de 1929:

Los nombres comerciales es la materia más deficientemente regulada por la ley vigente; y lo es, porque, en realidad, el registro que hoy se acepta no es propiamente el del nombre comercial, en el sentido mercantil del vocablo, puesto que no se refiere a aquel con el que el comerciante realiza sus transacciones mercantiles, sino que alcanza exclusivamente a los rótulos de los establecimientos. Es preciso reconocer al nombre la extensión territorial completa, y separar los nombres comerciales de los rótulos de establecimiento, dándoles el diferentes alcance que, en orden al comercio, deben tener.

Teniendo en cuenta lo que acabamos de exponer, vamos a analizar la documentación existente en la Oficina Española de Patentes y Marcas relativa a estas dos colecciones de manera separada, pero seccionándola según el tipo de información que podemos encontrar en los expedientes, independientemente de la denominación de la colección.

a) Nombres comerciales (1902-1929)

La colección de nombres comerciales constituye una serie numerada completa desde 1902 hasta 1975; sin embargo, dado que hasta 1929 no aparece el nombre comercial como tal, separándose de los rótulos de establecimiento, preferimos diferenciar dos partes. Tendríamos, por tanto, una primera colección que aunque se llame "nombres comerciales" está formada fundamentalmente por "rótulos de establecimiento" y que se extiende entre 1902 y julio de 1929. La documentación que la compone es la siguiente:

  • Expedientes numerados con información administrativa y ejemplares del rótulo o nombre a proteger;
  • y libros de registro con los datos básicos del expediente.

Entre 1902 y 1923, es decir, hasta el golpe de Primo de Rivera, podemos encontrar 6.889 expedientes y 12 libros de registro (más un libro de entrada de nombres); y entre 1924 y la promulgación del decreto-ley de julio de 1929 esta cifra es de 4.955 expedientes y 9 libros de registro. Esto hace un total de 11.844 expedientes, 21 libros de registro y un libro de registro de entrada, entre 1902 y julio de 1929. Los expedientes están almacenados en legajos y los libros son de gran volumen y tamaño.

b) Nombres comerciales (1929-1975).

La segunda parte de la colección denominada "nombres comerciales" es la que verdaderamente contiene sólo información sobre firmas comerciales de ámbito nacional, diferenciándose definitivamente de los rótulos de establecimiento. La colección no se interrumpe, es decir, sigue la numeración que se inició en 1902 para los nombres comerciales, y consta de:

  • Expedientes numerados que contienen la información administrativa y los signos (letras, palabras, o conjunto de ellas) que forman el nombre comercial que se pretende proteger,
  • y libros de registro con los datos básicos del expediente y sus incidencias.

Entre 1929 y 1939 es posible encontrar 3.022 expedientes de nombres comerciales y 6 libros de registro. Entre 1940 y 1975 el número de expedientes se sitúa en torno a 59.883 y los libros de registro son 120. Todo ello hace un total de 62.905 expedientes y 126 libros de registro para el período 1929-1975. Los expedientes se hallan almacenados en legajos hasta el número 12.001, a partir del cual se almacenan en carpetas individuales tamaño folio. Los libros de registro son de este mismo tamaño y de gran volumen y peso.

c) Rótulos de establecimiento (1929-1975).

La colección denominada rótulos de establecimiento comienza como tal en julio de 1929, aunque como ya sabemos es posible encontrar información sobre esta modalidad de la propiedad industrial en la primera parte de la colección de nombres comerciales, entre 1902 y 1929, que aunque tiene esa denominación está compuesta en su mayoría por rótulos de establecimiento. La documentación relativa a la colección rótulos de establecimiento está compuesta de:

  • Expedientes numerados que contienen la información administrativa y ejemplares del texto o diseño del rótulo a proteger;
  • y libros de registro que contienen los datos básicos del expediente.

Entre 1929 y 1939, es decir desde el fin de la dictadura de Primo de Rivera hasta el final de la Guerra Civil, hay aproximadamente 14.113 expedientes y 28 libros de registro. Entre 1940 y 1975 estas cifras se sitúan en torno a 106.490 expedientes y 214 libros de registro. Tenemos, pues, en total 120.603 expedientes y 242 libros de registro. Los expedientes son tamaño folio y están archivados en carpetas individuales desde el comienzo. Los libros son de gran volumen y tamaño.