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Marcas internacionales

Las marcas, al igual que las patentes, pueden tener un ámbito de protección internacional. Esto depende de los acuerdos establecidos entre diferentes países en materia de Propiedad Industrial. En 1883 se firmó el Convenio de la Unión de París para la Protección de la Propiedad Industrial, que es el texto básico, aún hoy día, de la protección internacional en esta materia. Pocos años después, el 14 de abril de 1891, se firma el Arreglo de Madrid sobre el registro internacional de marcas, que establecía que con una sola solicitud se pudiera proteger una marca en los diversos estados firmantes del Arreglo. Con esto no se anula el registro nacional de marcas, sino que se abre la posibilidad a que un propietario registrado en uno de los países miembros, mediante una solicitud de registro internacional, pueda garantizar sus derechos en cada uno de los países que designe, siempre que sean firmantes del Arreglo. Es la Organización Mundial de la Propiedad Industrial, a través de la Oficina Internacional de la Propiedad Industrial en Berna (Suiza), la encargada de inscribir en el registro internacional la marca y de notificarlo a todos los países designados, quienes de acuerdo con sus leyes nacionales pueden conceder el registro o denegarlo. Esto produce que en los países acogidos al Arreglo se tenga que organizar un registro diferenciado de las marcas internacionales a medida que la Oficina Internacional les va remitiendo la documentación. Por tanto, a partir del 1 de enero de 1893 es posible encontrar en la Oficina Española de Patentes y Marcas una colección de todas aquellas marcas extranjeras que extienden su derecho a España y de las españolas que solicitan u obtienen protección internacional. Esta documentación se compone de:

  • Expedientes numerados, que contienen la información remitida por la Oficina Internacional de la Propiedad Industrial desde Berna (Suiza);
  • libros de registro ordenados por fecha de solicitud en la oficina internacional, que contienen datos básicos sobre el solicitante;
  • libros de renovación de registro una vez caducados los veinte años de concesión de la marca;
  • duplicados de los expedientes remitidos desde la oficina internacional, almacenados en cajas;
  • y álbumes de registro gráfico de las marcas, ordenados por materias.

Si distribuimos toda esta documentación según los diferentes períodos históricos que hemos definido el resultado es el siguiente: entre 1893 y 1902 hay 3.195 expedientes y 6 libros de registro. Entre 1903 y 1923 hay 31.077 expedientes, 22 libros de registro y 6 cajas de cartón con duplicados de los expedientes. Entre 1924 y 1939 hay 68.328 expedientes, 16 libros de registro y 108 cajas con duplicados. Y por fin, desde 1940 hasta 1975 es posible encontrar 317.863 expedientes de marcas internacionales, 495 libros, 266 cajas con duplicados y 75 libros de renovaciones que comienzan en 1967. Además hay 15 álbumes temáticos que contienen el diseño de la marca internacional y que se extienden entre 1893 y 1923.

Por tanto, para el período 1893-1975 tenemos un total de 420.463 expedientes, 539 libros de registro, 75 libros de renovaciones, 380 cajas con duplicados y 15 álbumes. Los expedientes son tamaño DIN A4 y están almacenados en legajos y en carpetas individuales a partir del número 65.901. Son expedientes muy sencillos que la mayoría de las veces sólo tienen una hoja. Los libros de registro y los álbumes son de gran tamaño y volumen y tienen un formato apaisado, aunque el ancho y el modo de encuadernación experimenta diversas variaciones a lo largo de los años. La más destacable es la que se produce a partir del registro del expediente número 297.001 donde los libros pasan a un formato cuadrado, trayendo ya la marca impresa. Este último es el mismo formato que tienen todos los libros de renovación..