Herrera Linares, Emilio (1879-1967). Ingeniero militar, científico y político, uno de los padres de la aeronáutica española. Nació en Granada, de familia burguesa. Ingresó en la Academia de Ingenieros Militares de Guadalajara (1896). Teniente en 1901, su primer destino fue Sevilla. Al año siguiente, entró en la Escuela Práctica de Aerostación, recién creada en Guadalajara para el manejo de globos con fines militares. En 1905, realizaba en Burgos una ascensión de interés científico para estudiar las sombras volantes causadas por las capas altas de la atmósfera durante un eclipse solar. También determinó la ecuación del péndulo compuesto junto al físico y matemático Esteban Terradas Illa (1883-1950). Ese mismo año quedó segundo en una arriesgada carrera deportiva de globos entre París y Moravia, lo que le valió la popularidad internacional. En 1906, fue destinado a la Compañía de Aerostación en Guadalajara. Participó en Francia en la primera Copa Gordon Bennett para globos y más adelante en su tercera edición, celebrada en Alemania (1908), donde conoció demostraciones de vuelo de los aparatos de los hermanos Wright. De regreso a España batió la marca nacional de altura para vuelo en globo. En 1909 era destinado por el ejército a Melilla, a la Unidad de Aerostación recientemente creada para combatir la guerrilla rifeña, desarrollando trabajos de fotografía y dibujos topográficos que servían para orientar el fuego artillero y alertar de ataques sorpresa. En 1910, realizó en Madrid prácticas con el dirigible “España”, proyectado en 1905 por Leonardo Torres Quevedo (1852-1936), y era establecida en el aeródromo de Cuatro Vientos la primera escuela para pilotos, origen de la aviación militar española. Herrera fue uno de los únicos cinco alumnos que formaron la promoción inicial de 1911. A partir de entonces, alternará sus servicios en Guadalajara y Cuatro Vientos, donde impartió clases a los nuevos pilotos. En 1913 y 1914, fue destinado a operaciones militares en Marruecos (en la zona de Tetuán), obteniendo el grado de comandante. En 1914, llevó a cabo la difícil travesía sobre el Estrecho de Gibraltar y por ello recibió del rey Alfonso XIII el título de caballero gentilhombre. A partir de 1915, Herrera abandonó las competiciones deportivas y se centró en el estudio teórico y la investigación experimental. En 1916 fue destinado como observador militar en la Gran Guerra. Defensor de la aviación para usos civiles, representó al gobierno español en organismos y conferencias internacionales, llegando a ser experto de la Sociedad de Naciones (1931). En 1918, la administración militar le encargó el diseño de un laboratorio aerodinámico, cuyo túnel de viento en un sistema cerrado fue celebrado en medios científicos nacionales y extranjeros, a la vez que sirvió para perfeccionar el autogiro (1923). También en 1918 formó la compañía Transaérea Colón junto a Torres Quevedo y Jorge Loring (1889-1936) para comercializar viajes en dirigibles entre Europa y América. Influido por la teoría de la relatividad, trabajó a partir de la década de 1920 en un modelo astrofísico alternativo y compatible con el cristianismo. En 1928, era nombrado jefe del laboratorio de Cuatro Vientos y en 1929 puesto al frente de la Escuela Superior de Aerotecnia. Fue miembro de la Real Sociedad Matemática (1919), de la Geográfica (1927) y de la Academia de Ciencias (1932). En 1933, preparó un programa de investigación de las capas superiores de la atmósfera, para lo cual diseñó el primer traje espacial. Durante la Guerra Civil dirigió los servicios técnicos y de instrucción de las fuerzas aéreas republicanas, alcanzando el grado de general. Exiliado en Chile y Francia, trabajó para publicaciones y organismos científicos, siendo experto de la UNESCO hasta 1955. También colaboró activamente con figuras del exilio español como Picasso, Kent, Semprún, Azcárate, Giner de los Ríos o Alberti. De ideología liberal, hizo de enlace entre la oposición monárquica al franquismo (Gil Robles, Juan de Borbón) y los republicanos en el exilio. En 1951, fue nombrado reponsable de asuntos militares del gobierno republicano presidido en México por Gordón Ordás, a quien sucedió en 1960. Dimitió en 1962, permaneciendo como ministro sin cartera hasta su fallecimiento en Ginebra (Suiza) con 88 años de edad.
Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales