Gray, Elisha (1835-1901). Inventor y empresario estadounidense, pionero de la telefonía. Nació en Barnesville (Ohio), en una modesta familia de agricultores cuáqueros. Estudió en el Colegio de Oberlin, donde tomó contacto con la tecnología eléctrica. Se pagó su formación empleado de carpintero, aunque no pudo llegar a completarla.  Al igual que ocurrió a otros ilustres coetáneos (Siemens, Edison o Bell), el primer invento de Gray (1865) estuvo relacionado con la telegrafía eléctrica: un relé adaptable automáticamente a las variaciones de aislamiento en la línea (patentado en 1867). En 1869, se asoció en Cleveland con Enos M. Barton (1842-1916) para crear una empresa (Gray & Barton Co.) proveedora de equipamiento a Western Union Telegraph Co., la principal sociedad de telecomunicaciones del país, con la que se fusionó en 1872 dando lugar a Western Union Manufacturing Co., donde Gray permaneció hasta 1875. El 14 de febrero de 1876, el agente de Gray registraba en la US Patent Office mediante una “patente provisional” (patent caveat) un aparato “telefónico” (término acuñado por Gray) capaz de transmitir sonidos vocálicos a través del hilo del telégrafo. La patente provisional era una modalidad de propiedad industrial vigente en los EE.UU. (entre 1836 y 1909) que privilegiaba (durante un año) el registro de una idea mediante un somero esquema de la misma. Ese mismo día, el agente Marcellus Bailey (1840-1921) solicitaba una patente de invención (modalidad legal con una memoria descriptiva de mayor calado) a favor del escocés Alexander Graham Bell (1847-1922) y sus mejoras que permitían emitir y recibir sonidos hablados en el “telégrafo armónico” o “acústico”  (capaz de transmitir dos o más señales por un único cable). Se iniciaba así uno de los más famosos litigios de la historia de la tecnología. Con toda seguridad mal aconsejado por su agente, Gray renunció a los privilegios sobre su “patent caveat”, lo que abrió el camino a la concesión de la patente nº 174465 a favor de Bell en marzo de ese año. No obstante, Gray se arrepintió de su decisión y registró al año siguiente su teléfono, término ya adoptado por Bell para su aparato (puesto en práctica satisfactoriamente). En 1878, el teléfono de Gray lograba también reconocimiento internacional en la Exposición de París y se daba asimismo inicio al proceso legal entre Bell, Gray y Western Union a fin de determinar la auténtica autoría del teléfono, acabado del lado de Bell en 1882. Sobre las verdaderas razones de la victoria final de éste, se han elaborado numerosas teorías (presiones de Western Union sobre el agente de Gray, malas artes del abogado de Bell, espionaje industrial), pero lo que hoy parece cierto es que el escocés nunca patentó unas pocas horas antes que Gray, tal y como se ha venido creyendo. En cualquier caso, Bell se convirtió en el auténtico (y multimillonario) explotador del invento y la carrera de Gray siguió siendo la de un respetado electrotécnico: profesor de Electricidad Dinámica en Oberlin (1880), presidente del Congreso Internacional de Electricistas (1893). Patentó más de 70 inventos: indicador de aguja para hoteles y ascensores (1870); el “telégrafo musical” (1876), uno de los primeros instrumentos musicales a electricidad; el “teleautógrafo” (1888), una máquina reproductora de textos a distancia (antecedente del fax); incluso llegó a diseñar un sistema de señales submarinas (1900) y el “telephote”, un procedimiento de transmisión de imágenes en circuito cerrado. Elisha Gray murió de un ataque cardíaco en Newtonville (Massachusetts), a la edad de 65 años.

Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales