Baeyer, Johann Friedrich Wilhelm Adolf von (1835-1917). Químico alemán. Nació en Berlín, hijo del militar y geólogo Johann Jakob Baeyer (1794-1885). Acostumbrado desde pequeño al mundo de los laboratorios, con solo doce años Adolf Baeyer ya había sintetizado una nueva sal de cobre. Inició estudios superiores de física y matemáticas en Berlín (1853). Entre 1856 y 1858, permaneció en la Universidad de Heidelberg, siendo alumno de los químicos Robert Bunsen (1811-1899) y August Kekulé (1829-1896) y realizando sus primeras investigaciones (sobre el metil-clorhidro, 1857). Graduado en Berlín (1858) con un trabajo sobre el cacodilo (compuesto de arsénico y metilo), en 1860 Baeyer recibía su habilitación docente gracias a una tesis sobre el ácido úrico que le permitió descubrir más adelante derivados con notables aplicaciones médicas como el ácido barbitúrico (1864), uno de los principales agentes anestésicos, o la fenolftaleína (1871), empleada de laxante. Enseñó química orgánica en Berlín, primero en la Academia de Comercio (1860) y luego en la Universidad (1866). En 1865, comenzó a investigar el azul índigo o añil, un tinte muy usado desde la antigüedad en el textil, cuya producción en aquella época se encontraba básicamente en manos del Reino Unido gracias a sus plantaciones en la India. En 1868, Baeyer lograba una síntesis parcial del pigmento, aunque hasta 1880 no pudo completar y determinar su estructura molecular (registrando ese año el descubrimiento como patente). Gracias a un destilador de polvo de zinc desarrollado por él, dos alumnos suyos, Karl Graebe (1841-1927) y Karl Liebermann (1842-1914), obtuvieron en 1869 con el apoyo económico de la Badische Anilin & Soda Fabrik (BASF) la patente de otro importante colorante sintético, la alizarina (empleada para teñir de rojo). En 1871, Baeyer descubrió un pigmento fluorescente (la fluorosceína). Ese año se trasladó a la Universidad de Estrasburgo, recién incorporada al Imperio Alemán. En 1872, propuso la teoría de la asimilación del dióxido de carbono en formaldehido, base de resinas sintéticas como la baquelita. En 1875, obtenía una cátedra en la Universidad de Münich. En la capital bávara, dispuso de un magnífico laboratorio que alumbró otros descubrimientos de importancia (acetilenos, benceno, terpeno, peróxidos). En 1880, BASF adquiría la patente de Baeyer sobre el índigo sintético. En 1885, Baeyer formuló su teoría sobre la tensión de los anillos moleculares del carbono, lo que permitía comprender la mayor abundancia de estructuras de carbono con cinco o seis átomos. En 1899, junto al químico suizo Victor Villiger (1868-1934), descubrió un sistema de oxidación (método Baeyer-Villiger) que convertía las cetonas en esteres. Recibió la Medalla Davy de la Royal Society (1881) y el Premio Nobel de Química (1905). Heredó el título de nobleza en 1885 (añadiendo “von” a su apellido). El extraordinario desarrollo de la industria química y farmacéutica alemana (BASF, Bayer) no hubiese sido posible sin sus decisivas aportaciones. Von Baeyer falleció en Starnberg, cerca de Münich, a los 81 años de edad.
Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales.