Museo Virtual

Ayanz Beaumont, Jerónimo de

Máquina de vapor
Máquina de vapor
Campana de buceo
Campana de buceo
Submarino
Submarino
Esfera de fuego
Esfera de fuego
Sistema ideado para generar vapor
Sistema ideado para generar vapor
Fuego y vapor
Fuego y vapor
Primer diseño de máquina de vapor
Primer diseño de máquina de vapor
Toma de Agua
Toma de Agua
Portada de Memoria
Portada de Memoria

Ayanz y Beaumont, Jerónimo de (1553-1613). Militar y político español, pionero de la máquina de vapor. Miembro de la vieja nobleza navarra fue educado hasta 1567 en el señorío de Guenduláin, para pasar a servir como paje de Felipe II en la corte donde completaría su formación académica y su carrera militar siguiendo la tradición del patriarca, don Carlos de Ayanz. Casó en 1584 con Blanca Dávalos Pagán y Aragón, quien falleció al poco tiempo, contrayendo segundas nupcias con la hermana menor con la que tuvo cuatro hijos que no llegarían a la edad adulta.

Por un lado, Ayanz tuvo una activa vida militar y política. Apodado el caballero de las prodigiosas fuerzas, por su fuerza hercúlea y valor, participó con heroísmo en varios combates (en Túnez, Flandes, Portugal, Azores, La Coruña), llegando a desmantelar una conjura francesa para asesinar en Lisboa a Felipe II con quien mantuvo siempre una gran sintonía. Estas hazañas le valieron el hábito de caballero de la Orden de Calatrava a los 26 años y las encomiendas de Ballesteros (Ciudad Real) y Abanilla (Murcia). Ocupó asimismo cargos públicos como regidor perpetuo de Murcia (1587) y gobernador de Martos (1595) en Jaén, lugares donde impulsó sectores económicos como las obras públicas, la agricultura y la ganadería. Se trasladó a Madrid en 1597 al ser nombrado administrador general de las minas españolas, con el fin no sólo de aumentar la rentabilidad de las mismas sino de aportar soluciones a los numerosos problemas que acuciaban a la minería. No tardaría Ayanz en elevar, dos años más tarde, un memorial a Felipe III en el que mostraba los males del sector metalúrgico por cuestiones como la escasa iniciativa privada, una mano de obra costosa, los impuestos excesivos, la legislación caótica y corrupta, la deficiente preparación de técnicos, las malas infraestructuras, los conocimientos anticuados o la incorrecta explotación de las minas. Para impulsar la renovación de la minería, elaboró una encuesta sobre minas que fue difundida entre los gobernadores de partidos para que recabasen las respuestas de los corregidores. Este cuestionario no tiene equivalente en Europa y muestra la inteligencia y visión de futuro de Ayanz.

Las minas en América tampoco escaparon a su interés. En este caso, Ayanz propuso al Consejo de Indias instaurar un premio para aquel que diese con la solución al problema de los minerales negrillos del Potosí que consistiría en un privilegio de explotación y un porcentaje sobre los beneficios. La negativa del Consejo de Indias fue rotunda. Sin embargo, el desánimo no hizo mella en él y, logró introducir un nuevo catalizador de la amalgama de plata, el cobre, ocultando su autoría en los informes para evitar cualquier impedimento a su difusión ya que su persona no gozaba del beneplácito de Felipe III ni de su corte.Es en esta etapa, con una estrecha vinculación con el sector minero, cuando el ingenio de Ayanz tendrá su mayor apogeo. Entre todos los avances tecnológicos llevados a cabo por el inventor, todos ellos entre 1598 y 1602, figuran una gran variedad de ingenios de diversa índole desde instrumentos de medida (pesos, fuerzas, balanzas de precisión, brújulas), a equipamientos (hornos, molinos, bombas, norias, presas). Todos ellos fueron plasmados en la carta dirigida a un pariente de Felipe III, el príncipe Emanuel Filiberto de Saboya, en la que describe, incluyendo material gráfico, la primitiva máquina de vapor. Esta carta tenía al parecer, la finalidad de dejar una prueba de su autoría. Dicho documento se encuentra en la BNE Al serenissimo principe Emanuel Filiberto, gran prior de San Juan, generalissimo del mar. Don Geronimo de Ayanz ... sobre que no se puede hazer movimie[n]to perpetuo ... y assi mismo de la incertidumbre de la esfera del fuego y de la transmutacion de vnos elementos en otros, y debió ser escrita en torno al año 1600. Ayanz describe en él sus ideas en torno a la utilización de la energía del vapor mediante una serie de aparatos que fueron descritos en la petición del privilegio de invención seis años más tarde. De hecho, sus 48 inventos, fueron reunidos en un único privilegio concedido por Felipe III en 1606, con los que pretendía la mejora de los sectores económicos de la época, y en particular de la minería. En sus inventos sobresale su preocupación por resolver cuestiones prácticas, problemas reales como la eficiencia energética, en especial el ahorro de combustible en los hornos, o la propia ergonomía de los aparatos en aras a favorecer siempre a los trabajadores que debían manejarlos, pero también la salud de los mineros.

Entre los inventos destacan precisamente dos ingenios de vapor, destinados a purificar el aire y bombear el agua dentro de las explotaciones mineras, lo que constituye la primera aplicación conocida del vapor a una actividad industrial, mucho antes que la patente del inglés Thomas Savery (1650-1715). Con toda probabilidad, los trabajos de Ayanz fueron la base para el diseño de la máquina de Somerset (1601-1667), que a su vez sirvió de modelo para Savery.

El primero de ellos era un sifón extractor de agua mediante presión atmosférica, principio que no sería determinado hasta la segunda mitad del siglo por Guericke (1602-1686) y Papin (1647-1712). Dicho sifón aprovechaba la energía del agua que se drenaba en las galerías de las minas más profundas a través de un sistema de depósitos intercambiadores. Ayanz empleó además los eyectores de vapor para crear un sistema parecido al del aire acondicionado, en el que se introducía aire fresco (rodeando las tuberías con agua fría o con nieve) en las galerías. Es decir, logra crear una corriente de aire forzada impulsado por medio de vapor que genera una gran ventilación de aire en el fondo de la mina. Pero no sólo se aplicó a las minas, sino a cualquier tipo de recinto o vivienda, incluida la suya.
La segunda aplicación del vapor trataba de bombear el agua mediante un circuito que dejaba caer el agua de la mina a través de una válvula de no retorno en un depósito intermedio. Al dejar pasar el vapor a presión desde la caldera que Ayanz denominó bola de fuego el agua contenida en el depósito intermedio ésta era desplazada a un nivel superior a través de un conducto. El empleo de la energía generada por condensación gaseosa del agua había sido ya ensayada por Herón de Alejandría con su eolípila, una máquina que consistía en una esfera hueca que estaba conectada con una caldera a la que se añadían dos tubos curvos. Ayanz dio un paso más y logró crear un sistema basado en una caldera esférica calentada por un horno de leña que producía vapor. Ese vapor salía a gran velocidad por una tubería, y se producía una depresión -conocida como efecto Venturi (1746-1822)- que generaba el movimiento continuo del fluido.

Sin embargo, las ideas de Ayanz resultaron demasiado innovadoras para la sociedad e intereses políticos de la época. Tras siete años en el cargo, abandonaría en 1608 el puesto de administrador general de las minas para dirigir un nuevo yacimiento de oro cercano a El Escorial. En 1611 formó una compañía para reactivar las minas de plata de Guadalcanal (Sevilla), inundadas desde tiempos de Felipe II, en las que puso en práctica sus inventos para evitar el desagüe de las minas, la contaminación del aire y la acumulación de los gases nocivos. Ambas empresas no reportaron los beneficios esperados por diversos motivos (trabas burocráticas, deshonestidad socios, malas previsiones) y acabaron cerrando.
Otros artefactos de Ayanz tuvieron otras aplicaciones fuera de la minería, como son las dos máquinas eólicas que diseñó. La primera de ellas, de eje vertical, fue concebida para usos como la molienda, el riego, fuelles y martinetes. Destaca por el innovador diseño curvo de sus álabes y por ser automáticamente orientable al viento mediante el añadido de una vela supletoria. El otro molino de viento es todavía más original en su diseño, al ser uno de los primeros de su tipo en disponer de aspas helicoidales. Como dato curioso, señalar que entre 1603 y 1606, Cervantes y Ayanz coincidieron en Valladolid, donde residía la Corte de Felipe III. Mientras Cervantes vivía en la calle del Rastro, a pocos metros del domicilio de Ayanz, situado en la calle de la Cadena, donde tenía instalados algunos de sus inventos. No sería de extrañar que ambos se hubiesen conocido y compartido experiencias e influido de alguna manera en sus obras. No en vano es en 1604 cuando Cervantes envía a la imprenta la primera parte de El Quijote. Cervantes, fue de hecho, uno de los ilustres asistentes, junto con el resto de la corte de Felipe III, a la primera inmersión prolongada con éxito de la historia en el río Pisuerga, en Valladolid. Ayanz diseñó varios equipos de buceo con trajes impermeables de cuero vuelto y máscara. La máscara tenía dos tubos, uno de entrada de aire mediante un fuelle activado desde la superficie, y otro de salida de aire que además permitía la comunicación con el exterior. Las válvulas internas de la máscara permitían, además, al buzo, la coordinación de su respiración. 

Ayanz fue sin duda un hombre de ciencia, llegando a realizar varios originales diseños y prototipos de submarinos. Relevantes fueron también sus bombas para desaguar barcos o el horno usado para destilar el agua de mar a bordo de las embarcaciones. No hay que olvidar que el éxito de una flota es poder mantenerse el mayor tiempo posible sin pisar tierra, de ahí la relevancia de poder disponer de agua potable.

A su faceta como militar, gestor e inventor hay que sumarle la de artista en su sentido más amplio. Diversos autores destacan las habilidades de Ayanz como pintor, compositor y cantor, que no deben de extrañar por la educación recibida dentro de la familia y la corte. Fue de hecho amigo de Lope de Vega, que llegó a dedicarle una de sus obras.
Jerónimo de Ayanz y Beaumont falleció a los sesenta años, en Madrid, en la calle Fuencarral, el 23 de marzo de 1613, y fue trasladado a Murcia donde descansan sus restos en la capilla de la Catedral. Sin duda, fue un visionario en todos los sentidos, un humanista adelantado a su tiempo que no tuvo el reconocido que merecía en vida.

Autores: Nadia Fernández de Pinedo y Luis Blázquez

BIBLIOGRAFÍA

ANDUAGA EGAÑA, Aitor: Ayanz y Beaumont, Jerónimo de. Encyclopédie Auñamendi [on line], 2018. [Date de consultation: 07 Décembre 2018]. Disponible à: http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/fr/ayanz-y-beaumont-jeronimo-de/ar-150158/
GARCÍA TAPÍA, Nicolás y CARRILLO CASTILLO, Jesús: Tecnología e Imperio. Ingenios y leyendas del Siglo de Oro. Turriano, Lastanosa, Herrera, Ayanz, Madrid, 2002.
GARCÍA TAPÍA, Nicolás:
- Arte e Ingenio en el siglo de Oro. El proyecto técnico y artístico de Jerónimo de Ayanz en Valladolid; en Boletín Real Academia de Bellas Artes de la Purísima Concepción, 2006, pp. 31-52
- Un inventor navarro. Jerónimo de Ayanz y Beaumont (1553-1613); Pamplona, Gobierno de Navarra, 2001.
- Nobleza, pintura e invención. ¿Jerónimo de Ayanz pintor?; en Estudios de Arte. Homenaje al profesor Martín González, Valladolid, 1995, pp. 499-504.
- Patentes de invención españolas en el Siglo de Oro; Madrid, OEPM, 1994.
- Les premières applications de la vapeur: le cas de Jerónimo de Ayanz; en Relations Science-Technique, San Francisco, 1993, pp. 279-285.
- Some designs of Jerónimo de Ayanz. Relating to Mining, Metallurgy and Steam Pumps; en History of Technology, 14, 1992, pp. 135-150.
IMÁGENES:
GARCÍA TAPÍA, Nicolás: Patentes de invención españolas en el Siglo de Oro; Madrid, OEPM, 1994.
AYANZ Y BEAUMONT, Jerónimo de Al serenissimo principe Emanuel Filiberto, gran prior de San Juan, generalissimo del mar. Don Geronimo de Ayanz ... sobre que no se puede hazer movimie[n]to perpetuo ... y assi mismo de la incertidumbre de la esfera del fuego y de la transmutacion de vnos elementos en otros ... 1612. BNE. R/34183/10 (http://bdh-rd.bne.es/viewer.vm?id=0000181661&page=1) (esfera de fuego, portada, máquina de vapor)
https://europadigital.es/historia/jeronimo-de-ayanz/ (primer diseño máquina de vapor)