Arkwright, Richard (1732-1792). Industrial e inventor inglés, creador del sistema de producción fabril de la Revolución Industrial. Nació en Preston, en la humilde familia numerosa de un sastre. Hacia 1750, Arkwright ya ejercía el oficio de barbero. Su negocio creció durante la década de 1760 gracias a la adquisición de un método, mantenido en secreto, para teñir el cabello de manera resistente al agua. También estuvo viajando por todo el país recogiendo pelo humano destinado a la confección de pelucas. Durante ese tiempo entró en contacto con tejedores e hilanderos, lo que le llevó a interesarse por diferentes innovaciones mecánicas del sector textil inglés como el telar de lanzadera volante desarrollado desde 1733 por John Kay (1704-1780), el rodillo de hilar patentado en 1738 por Lewis Paul (¿-1759) o la “Spinning Jenny”, hiladora multibobina inventada en 1764 por James Hargreaves (1720-1778). En 1768, Arkwright se asoció con el relojero John Kay (nada que ver con el antecitado inventor homónimo) a fin de establecer en Nottingham (ciudad de favorables expectativas para el mercado textil) una fábrica donde producir la “Water-Frame”, la primera máquina hidráulica de hilado (basada en la tecnología de Hargreaves conocida por Kay). Al año siguiente, la nueva máquina era patentada y construida, si bien adaptada al tiro animal. La “Water-Frame” era semiautomática, sustituyendo los dedos humanos por cilindros de metal o madera, y producía un hilo más fino y resistente que la “jenny” de Hargreaves, idóneo para la urdimbre (aunque no para la trama). Su primera aplicación hidráulica tuvo lugar en 1771 en Cromford (Derbyshire), en un molino edificado que aprovechaba el drenaje de agua procedente de unas vecinas minas de plomo. La nueva fábrica contaba con 200 trabajadores (mineros y campesinos de la zona) y la ayuda financiera de los empresarios de calcetería Jedediah Strutt (1726-1797), Samuel Need (1718-1781) y John Smalley (1729-1782). Para albergar la mano de obra, Arkwright creó alrededor del molino la primera colonia obrera, equipada con viviendas, capilla, escuela, hotel y mercado. Sus empleados disfrutaban de algunas ventajas inexistentes en otros trabajadores de la época (menos esfuerzo físico, semana anual de vacaciones, prohibición de trabajo a menores de diez años, escolarización infantil), pero aún así estaban sometidos a un código disciplinario muy estricto (prohibición de abandonar el recinto fabril) que no impidió más adelante (1779) violentas rebeliones. Asimismo, Arkwright redactó el primer reglamento industrial moderno, en el que el tiempo de trabajo que la máquina ahorraba a los obreros era organizado en tareas precisas. En 1774, las fábricas de Arkwright en Nottingham y Cromford empleaban a 600 personas. Posteriormente, fueron abiertas otras fábricas en Inglaterra, Escocia o Alemania (bajo licencia), llegando a dar trabajo a 5000 individuos (1782). En 1775, Arkwright obtenía dos patentes, para una máquina automática de cardado y para un proceso completo de producción de hilo (Roving Frame) que combinaba dicha máquina y la “water-frame”. En 1781, demandó a varios fabricantes de hilados por vulnerar las patentes de 1775, proceso que perdió Arkwright en 1785 por dictaminarse que su tecnología era nula al haber sido copiada de Thomas Highs (1718-1803), antiguo socio de Hargraeves y amigo de Kay. No obstante, en 1786, Arkwright era ennoblecido por el rey Jorge III y un año después nombrado representante de la Corona (sheriff) en Derbyshire. En 1790, introducía la máquina de vapor de James Watt (1736-1791) en la fábrica de Nottingham, siendo el primer caso de estas máquinas aplicadas a la industria textil. Arkwright falleció en Cromford a la edad de 59 años. Su fortuna personal era de 500000 libras, siendo por ello el hombre más rico de Gran Bretaña después de la realeza. Sus máquinas funcionaban en más de 140 fábricas del país.

Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales