Philips, Anton (1874-1951). Empresario holandés. Nació en Zaltbommel, hijo de un banquero y comerciante. Completamente autodidacta, trabajó desde muy pronto en una correduría financiera de Londres. En 1894, volvió a Holanda para ponerse al mando de las ventas de Philips & Co., ya que la fábrica de Eindhoven dedicada a componentes eléctricos (especialmente bombillas), fundada en 1891 por su padre y su hermano Gerard (1858-1942), no estaba dando los beneficios esperados. Dotado de un encanto natural y un talento innato para los negocios, de gran energía y confianza en sí mismo, Anton convirtió enseguida la empresa en una de las más importantes del mundo en su sector, compitiendo con las principales compañías alemanas, británicas y norteamericanas. En 1898, viajó a Rusia y conseguía del propio zar Nicolás II un contrato para proveer de 50000 bombillas (el 50 % de la producción de la empresa) al Palacio de Invierno en San Petersburgo. Un año después, se convertía en copropietario de Philips & Co. En 1912, Anton compartía con su hermano la presidencia de la empresa (ya denominada NV. Philips Gloeilampenfabrieken). Ese año viajaba a EE.UU. para crear una sucursal comercial que en dos años había arrebatado el 10 % de las ventas a General Electrics, el principal fabricante allí. Bajo la influencia de las ideas norteamericanas sobre dirección y organización empresarial, a partir de 1900 fueron contratados vendedores, agentes, personal de marketing y publicidad (además de contables e ingenieros). Entre 1914 y 1918, la empresa creció internacionalmente, ayudada por la neutralidad holandesa y la retirada de patentes alemanas en numerosos naciones. Más adelante, abrió dependencias en el extranjero, asentándose en los países a través de asesoramiento técnico a pequeñas fábricas a cambio de participar en el capital de las mismas. En 1919, Anton Philips pactó con General Electrics, propietaria de las patentes de los filamentos de tungsteno de las bombillas. Philips renunciaba a introducirse en el mercado norteamericano, pero a cambio obtenía licencia para América Latina y Europa. En 1920, creaba el holding NV. Benzit. En 1922, Anton ocupaba la presidencia en solitario y reorganizaba la empresa en tres grandes divisiones (producción, tecnología y ventas) a cargo del respectivo sub-director, contando para final de esa década con cinco departamentos (incluyendo asesoría legal e investigación científica). Aún así, la influencia de los miembros de la familia siguió siendo importante hasta el último cuarto del siglo XX.  Durante su mandato, se amplió el espectro de NV. Philips hacia la electrónica y las comunicaciones (válvulas, grabadores de sonido, aparatos de radio y televisión, electrodomésticos), convirtiéndose en el mayor fabricante de radios del mundo (1932), no sin sufrir severamente los efectos de la Gran Depresión. En 1928, era nombrado “doctor honoris causa” en Ciencias del Comercio por la Universidad de Rotterdam (Holanda). En 1939, Anton Philips dejaba la presidencia, aunque mantuvo un puesto supervisor en la dirección. En 1940, abandonaba el país ante la invasión alemana, convirtiéndose en símbolo de la resistencia nacional. Desde EE.UU., junto a su yerno Frans Otten (1895-1969), dirigió los activos internacionales de la empresa a través de North American Philips Corporation. A su regreso en 1945, recibió una clamorosa bienvenida de la población de Eindhoven, a la que suministró ropas y calzado. A su vez, Anton Philips fue responsable en gran medida de la sólida política social (viviendas, escuelas, parques, equipos deportivos) desplegada por la empresa a lo largo de su historia. Murió en Eindhoven a los 77 años. A sus funerales acudieron más de 80000 personas.

Autor: Juan Luis Delgado Macías

Editor: Luis Fernando Blázquez Morales