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Patente nº 10034

Un aparato denominado "A. de Caula" que tiene por objeto producir un sistema de señales para las comunicaciones de los buques entre sí y la tierra.

Antonio de Caula Concejo fue un pintor coruñés nacido en 1847. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de su ciudad natal y en la de San Fernando de Madrid. Trabajó como delineante para la sección de ingenieros del Ministerio de la Marina (1878-1888) y llegó a ser pintor conservador y restaurador del Museo Naval (1908). Se especializó en retratos, realizando varios al rey Alfonso XII, de quien fue gentilhombre de cámara. Pero la mayor parte de su obra estuvo vinculada a marinas que reflejaban con gran conocimiento los distintos tipos de navíos de la Armada Española. Sus cuadros fueron exhibidos en la Exposición Nacional de Bellas Artes (1878) y en la Universal de Barcelona (1888). En la actualidad, parte de su obra puede contemplarse en el Museo Naval de Madrid, el Museo del Prado, el Senado o el Ayuntamiento de Barcelona.

Entre 1887 y 1889, De Caula registró tres patentes (nº 7403, nº 8099 y nº 10034) para un sistema de señales náuticas con el que los barcos podían comunicarse entre ellos o con tierra firme, tanto de día como de noche. El método se basaba en la asignación de tres cifras (1, 2 y 3) a otras tantas banderas de diferentes formas y colores. Así, por ejemplo, la señal nº 1 se correspondía con una bandera cuadrada de color encarnado, la nº 2 con una de dos puntas blanca y la tercera con una triangular (grimpolón) verde. En total, podían hacerse hasta 39 combinaciones distintas (25 letras alfabéticas, 10 cifras numéricas y 4 signos de puntuación). En caso de haber niebla, la comunicación se realizaba por medio de señales acústicas emitidas por el silbato de la máquina de vapor o por sirenas, siguiendo un código ternario. Para la comunicación durante la noche, la señales lumínicas eran producidas por distintos aparatos movibles mecánicamente y provistos de bombillas eléctricas (u otras fuentes de luz), reflectores y pantallas.

Aquellas patentes tuvieron una corta vida administrativa, ya que quedaron sin curso o caducaron al no cumplir con el trámite de la puesta en práctica. En cualquier caso, en todas ellas pueden admirarse unos espléndidos planos a todo color salidos de la mano de Antonio de Caula y litografiados por José María Mateu, grabador catalán afincado en Madrid.

Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales