Primer intento de construcción de un ferrocarril en España. José Díez Imbrechts (1787-1849), terrateniente de Puerto Real y propietario de una bodega de vinos en Cádiz, obtiene por Real Orden de 29 de septiembre el permiso para la construcción y explotación de una línea de ferrocarril de apenas 6 km entre Jerez de la Frontera y el muelle del río Guadalete, en la localidad de El Portal (Cádiz). El proyecto se abandonó por falta de financiación.

Nueva concesión gubernamental para establecer una línea férrea, esta vez entre Jerez y Rota, pasando por Sanlúcar de Barrameda y El Puerto de Santa María. El beneficiario fue Marcelino Calero Portocarrero, editor y empresario extremeño afincado en Sevilla y en Londres. Para ello, creó la Empresa del Camino de Hierro de la Reina María Cristina, con un capital de cuatro millones de reales. Sin embargo, ante la dificultad de encontrar accionistas, Calero la cedió al empresario catalán Francisco Mª Fassio, acabando disuelto el proyecto en 1838.

Se inaugura el primer ferrocarril español, en Cuba, entre La Habana y Bejucal (28 km). Promovida por Marcelino Calero, la línea fue autorizada en 1834 y las obras empezaron al año siguiente a cargo de la Real Junta de Fomento de La Habana y con capital británico (dos millones de pesos). Su objetivo era el transporte de caña de azúcar y de tabaco desde los campos de cultivo hasta el puerto de la capital cubana. La dirección técnica de los trabajos estuvo en manos de los ingenieros norteamericanos Alfred Kruger (¿-1845) y Benjamin Wright (1770-1842). En su construcción, fallecieron más de 300 trabajadores, muchos de ellos en régimen de esclavitud. La locomotora fue fabricada por el inglés John Braitwaite (1797-1870). Las tarifas oscilaban entre veinte reales (primera clase) y cinco (en tercera). La línea se completó en 1838, llegando a Güines, con un total de 45 km. Apenas dos meses después de la inauguración, la locomotora “Villanueva” sufrió el primer accidente ferroviario de la historia española al descarrilar cerca de Bejucal a causa de un toro espantado por el ruido de la máquina. No tardó en suceder un segundo incidente cuando el convoy de auxilio procedente de La Habana también se salió de la vía por exceso de velocidad. Ambos sucesos se saldaron con unos pocos heridos.

Inauguración del primer ferrocarril peninsular, entre Barcelona y Mataró (28 kilómetros). Los promotores fueron los comerciantes catalanes Miguel Biada Bunyol (1789-1848) y José Mª Roca Cabanes, quienes habían recibido la concesión de la línea en 1843 y formado dos años después la Compañía del Camino de Hierro de Barcelona a Mataró y vice-versa con un capital suscrito de cinco millones. Empresas británicas realizaron las obras y suministraron el material. El director técnico fue el ingeniero Joseph Locke (1805-1860). La locomotora, denominada “Mataró”, se adquirió a Jones & Potts y desarrollaba una velocidad de 30 km/h. Salió de lo que hoy constituye la Estación de Francia de la Ciudad Condal. Transportó 130 toneladas en un convoy de 24 vagones con 900 pasajeros. Con él, fue estrenado el primer túnel ferroviario español, en Montgat, de 135 metros y todavía en servicio.

Inauguración del ferrocarril Madrid-Aranjuez (casi 52 km), como primer tramo de una línea hasta Alicante pasando por Albacete. Anteriormente (1830 y 1834), habían fracasado dos proyectos de líneas entre las localidades madrileñas a cargo de Francisco Javier de Burgos y del Olmo (1778-1848) y de Joaquín Vizcaíno Martínez (1790-1840). En 1843, Pedro de Lara Meliá recibió la concesión para una línea entre Madrid y Alicante. Un año después, fue constituida la sociedad Camino de Hierro de María Cristina, siendo su principal inversor el financiero malagueño José de Salamanca Mayol (1811-1883), más tarde primer marqués de Salamanca. Las obras empezaron en 1846 bajo la dirección del ingeniero Pedro Miranda Maya (1808-1858) y en ellas participaron 7000 obreros. También inaugurada por la Reina Isabel II, la línea supuso el inicio de la red radial española y la primera estación ferroviaria de Madrid: el Embarcadero de Atocha. En 1852, el ferrocarril llegó a Albacete y en 1858 a Alicante, más de 400 km de línea, con lo que la capital del país estaba a sólo doce horas del Mediterráneo.

Inauguración del trayecto Gijón-Langreo (Asturias), primero de vía estrecha, 1,443 metros, como el ancho internacional. La línea fue construida por la Compañía del Ferrocarril a Langreo, establecida en 1846, y las obras empezaron al año siguiente dirigidas por José Elduáyen Gorriti (1823-1898). Igualmente, en 1852, entró en servicio la línea Valencia-El Grao (4 km). Su promotor fue José Campo Pérez (1817-1889), prolongándose luego a Játiva (1854) y a Almansa (1859).

Aprobación de la Ley General de Caminos de Hierro por el gobierno liberal del general Espartero. Con ella, quedaron fijadas las normas fundamentales de las concesiones ferroviarias, ofreciendo una serie de incentivos a la construcción de líneas de ferrocarril. Supuso un acuerdo definitivo sobre las grandes líneas y los principales ejes ferroviarios en España, y sancionaba el ancho de vía que se había adoptado en la legislación de 1844 (1,668 metros). A partir de esta ley comienza con ímpetu el desarrollo de los ferrocarriles en España. Fundación de la empresa La Maquinista Terrestre y Marítima (MTM), en La Barceloneta (Barcelona). En 1884, construyó las dos primeras locomotoras enteramente españolas, la “Palau” y la “Caldas”. También fue responsable del primer puente ferroviario de hierro (1868), en Pineda de Mar (Barcelona).

Fundación de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA), bajo los auspicios de José de Salamanca y la Banca Rothschild de Francia, entre otros. Fue propietaria de las líneas Madrid-Alicante, Madrid-Zaragoza y Madrid-Sevilla (inauguradas respectivamente en 1863 y 1878). En 1941, acabó nacionalizada por RENFE, contando con una red de 3.655 km.

Creación de la Compañía de los Ferrocarriles del Norte (CFN), controlada por la familia francesa de banqueros Pereire y su Sociedad General de Crédito Mobiliario Español. Se hizo con las líneas Madrid-Irún (1864), la primera en conectar con la frontera francesa, y con la de Alar-Santander (1874). También nacionalizada por RENFE en 1941, CFN tenía una red de 3814 km, siendo para esa fecha la más extensa del país.

Creación en Madrid de la Estación del Norte. En 1882 fue reconstruida y rebautizada como Estación del Príncipe Pío.

Conclusión de la línea Zaragoza-Barcelona, promovida por el banquero catalán Manuel Girona Agrafel (1818-1905).

Construcción de la estación de Sarriá en Barcelona. El ferrocarril llega a la frontera portuguesa, en Badajoz. Tres años después, Isabel II inauguraba la línea Madrid-Lisboa (a través de Ciudad Real).

Primera línea española de tranvía metropolitano. Fue en Madrid, empleaba tracción animal y tenía una capacidad de unos 40 pasajeros. Iba desde el barrio de Salamanca al de Argüelles. Posteriormente, líneas similares se adoptaron en Bilbao y Barcelona (1872) y en Valencia (1876).

Fundación de la Compañía de los Ferrocarriles Andaluces (CFA) a iniciativa de Joaquín de la Gándara Navarro (1816-1880) y Jorge Loring Oyarzábal (1822-1900). De capital mixto hispano-francés, controló gran parte de la red ferroviaria andaluza, además de la línea Alicante-Murcia (abierta en 1884). En 1936, con una red viaria de 1617 km, CFA fue expropiada por el gobierno. Primer tranvía movido a vapor, en la línea Barcelona-Sant Andreu. Le seguirían las líneas Madrid-Leganés (1879) y Valencia-Liria (1886). Así mismo, en 1877, se aprobó una nueva Ley General de Ferrocarriles. Impulsó la creación de ferrocarriles de vía estrecha, sobre todo en el norte y este del país.

El ferrocarril llega a la frontera francesa a través de Portbou (Gerona).

Apertura de la Estación de Delicias, en Madrid.

Inauguración de la Rampa de Pajares, en la Cordillera Cantábrica, entre las provincias de León y de Oviedo. Con ella, el viaje entre Madrid y Gijón pasó de cuatro días en carruaje a unas veinte horas en ferrocarril. Considerada una de las obras más importantes de la ingeniería española, comenzó a realizarse en 1880 y salvaba un desnivel de 927 metros a lo largo de un serpenteante recorrido de 49 km con 70 túneles. En 1925, fue electrificada, siendo además la primera vía española en estar dotada de un sistema de señales eléctrico.

Inauguración de la estación madrileña de Atocha, obra de Alberto de Palacio Elissague (1856-1939). Primer tren español de cremallera, en Barcelona, desde Monistrol hasta el Monasterio de Montserrat (poco más de ocho km). Funcionó hasta 1957, siempre empleando vapor.

Primera locomotora Mallet (articulada y de doble expansión), en el tren Madrid-Almorox.

Circula por vez primera en España un tranvía urbano electrificado, en la línea Bilbao-Santurce. Creada en 1882 para vehículos tirados por caballos y mulas, en 1890 había fracasado al introducir la electricidad mediante una locomotora alimentada por baterías. La tecnología para los nuevos y mejores tranvías fue proporcionada por la casa alemana AEG. Posteriormente, otras ciudades electrificaron sus redes: Madrid (1897), Barcelona (1899), Valencia y Sevilla (1900).

Entra en funcionamiento el Puente del Hacho, en Guadahortuna (Granada), el más largo de España con 624 m.

La red ferroviaria española cuenta con más de 12000 km, un 84 % de vía ancha.

Tercer intento español por introducir el ferrocarril, en esta ocasión a cargo de la Diputación de Vizcaya para una línea entre Bilbao y Burgos. El inicio de la Guerra Carlista dos años después impidió su realización.

Fassio recibe la concesión de una línea entre Reus y el puerto de Tarragona para transportar frutos secos. El proyecto tampoco cuajó y fue abandonado en 1838.

Ante la creciente demanda de construcción de ferrocarriles, el gobierno español elaboró la primera ley de ferrocarriles española (R. O. del 31 de diciembre). Para ello, encargó la elaboración de un informe a una comisión de ingenieros de caminos presidida por Juan Subercase Krets (1783-1856). El texto, conocido como “Informe Subercase”, es considerado la carta fundacional de los ferrocarriles españoles. En conjunto, se estableció que el nuevo medio de transporte era un servicio público de titularidad estatal, pero cuya construcción y explotación podían encomendarse a particulares a través de concesiones. También se determinó el ancho de vía español, 1,672 metros (seis pies castellanos) frente a los 1,43 del resto de Europa, al considerarse más adecuado a la accidentada orografía nacional y facilitar locomotoras más potentes.

Entra en funcionamiento en la línea Barcelona-Mataró la locomotora “La Española”, primera construida en nuestro país, aunque con piezas importadas.

Apertura del túnel de La Argentera (Tarragona), en la línea Zaragoza-Barcelona. Iniciado diez años atrás, la mayor parte de las obras estuvo a cargo del ingeniero Eduardo Maristany Gibert (1855-1941). Con cuatro kilómetros de longitud, fue el más largo de España hasta la segunda mitad del siglo XX.