Santponç Roca, Francisco (1756-1821). Médico e inventor, difusor en España de los adelantos científicos y técnicos de la Revolución Industrial. Nacido en Barcelona, por tradición familiar realizó los estudios de Medicina en universidades españolas (Cervera, Barcelona) y francesas (Montpellier, Toulouse, París). En 1784, inventó una agramadora de cáñamo y lino junto al también médico Francisco Salvá Campillo (1751-1828) y el hábil carpintero Pedro Gamell. También ese mismo año, Santponç y Salvá elaboraron un plan topográfico de las aguas minerales catalanas y colaboraban en los primeros lanzamientos en Barcelona de globos aerostáticos (cautivos, de aire caliente y con hidrógeno). Entre 1786 y 1792, Santponç presentó ante la Academia de Ciencias Naturales y Artes de la ciudad diferentes trabajos sobre obras hidráulicas, las fuerzas animal y eólica, y asimismo acerca de la aplicación de leyes de la mecánica en los medios de transporte. Ocupó cargos en dicha institución, como revisor (1789) y responsable (1799) de la Dirección de Estática e Hidráulica, dedicándose al estudio de instrumental (termómetros, barómetros) y al diseño y construcción de máquinas. En 1804, era nombrado catedrático de Matemáticas y vicepresidente de la Academia Médico-Práctica de Barcelona, donde públicó sus investigaciones sobre los aspectos curativos del electro-magnetismo, encargándose también del análisis químico de aguas medicinales. Entre 1804 y 1806, en colaboración con el industrial textil Jacinto Ramón, construyó tres máquinas de vapor. La primera pretendía solventar problemas en los aparatos de Newcomen como el excesivo ruido, el alto gasto de carbón y los accidentes. Se trataba de una bomba, inspirada en un modelo francés que extraía el agua de las minas y luego la convertía en energía hidráulica, pero en este caso con la idea de ponerla en práctica en las hiladoras contínuas del industrial catalán. Los resultados, empero, no salieron satisfactorios. Las otras dos máquinas de vapor eran de tipo Watt (doble efecto), perfeccionadas en aspectos como el regulador, el sistema de condensación y sus mecanismos de aplicación industrial. Tuvieron mejor suerte que la Newcomen, al funcionar con ellas las máquinas de Ramón y posteriormente ser destinadas al bombeo de aguas subterráneas. En 1806, Santponç resultó elegido director de la Escuela de Mecánica, recién creada por la Junta de Comercio de Barcelona para divulgar la ciencia y la técnica entre diferentes actores económicos (labradores, artesanos, fabricantes, propietarios, capitalistas, hacendados y marinos). Nada más ser inaugurada, empero, las actividades de la Escuela quedaron suspendidas por la Guerra de 1808. En 1814, Santponç retomó la actividad docente, destacando por su carácter práctico y una pedagogía a tono con las ideas ilustradas. A partir de 1815, colaboró en la revista de la Junta de Comercio, informando al público de las novedades tecnológicas procedentes del exterior. Murió en Barcelona, a la edad de 64 años.

Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales