Cantero Villamil, Federico (1874-1946). Ingeniero, empresario e inventor, pionero en España de la energía hidroeléctrica y de la aviación. Nació en Madrid, hijo del ingeniero ferroviario Federico Cantero Seirullo (1842-1934).

En 1896, se licenció en Madrid como ingeniero de caminos (número uno de su promoción) y al año siguiente se trasladaba a Zamora para examinar las posibilidades hidroeléctricas del río Duero y varios afluentes (Esla, Tormes, Huebra). En 1898, obtuvo la concesión gubernamental para la construcción y explotación de una presa (con capacidad de 6000 CV) en el Duero, para lo cual fundó la compañía anónima El Porvenir de Zamora en 1899, año en que fue nombrado jefe de Obras Públicas para la citada provincia.

En 1900, comenzaba su interés por la aviación, diseñando varios tipos de alas giratorias. En 1902, la Presa de San Román (a ocho kilómetros de Zamora) estaba finalizada y comenzaba a sumistrar electricidad (alumbrado, energía a fábricas harineras) a más de 100000 personas de las provincias de Zamora, Salamanca y Valladolid. En 1904, fue nombrado ingeniero jefe del ferrocarril Medina del Campo-Zamora, cargo que ocupó hasta 1918 y compaginó con el de director de carreteras de la Diputación Provincial de Zamora (1910-1912 y 1914-1918).

En 1910, obtuvo su primera patente (nº 48214) para unas paletas móviles capaces de sustentar un cuerpo en el aire, siendo el inicio de una serie de 36 registros (hasta 1946), la mayoría (26) concernientes a sistemas aeronáuticos (planeador, helicóptero, propulsión a chorro) y el resto a diversas cuestiones (bombeo, compuertas, calzado). En 1918, proyectó sobre el río Esla el Salto de Ricobayo (un embalse de 1200 millones de metros cúbicos). En 1919, era nombrado jefe provincial de Obras Públicas en Santa Cruz de Tenerife, puesto dejado ese mismo año al incorporarse a la Comisión de Estudios del Ferrocarril Madrid-Algeciras (hasta 1920).

A lo largo de la década de los 20, Cantero intensificó sus investigaciones aeronáuticas, estableciendo contactos con expertos franceses de La Sorbona y alemanes de la firma Dornier. Entre 1924 y 1926, construyó el Salto del Olvido en el río Valsain (Segovia) para el abastecimiento eléctrico de La Granja de San Ildefonso, Pradera de Valdehorno y Valsain, al que siguió (también en Segovia) el Salto de Burgomillodo en el río Duratón (1929), provisto de un novedoso sistema automático de aliviaderos. Otros proyectos hidroeléctricos en la provincia de Segovia (pero no realizados) fueron sobre el río Milanillos (1932), el Salto de las Dos Fuentes en San Ildefonso (1932-1940) y el Salto de los Dos Embalses en los ríos Eresma y Ciguiñuela (1933-1946).

De 1934 a 1935, ocupó la Dirección General de Obras Hidráulicas en el Ministerio de Fomento, a la vez que diseñó un planeador tipo Zögling (probado con éxito en la Sierra de Guadarrama) y el helicóptero “Libélula” (interrumpido por el estallido de la Guerra Civil en 1936). Asimismo, en 1935, registraba una patente (nº 140090) para un sistema de impulsión a reacción para aeronaves. En 1940, obtenía otra (nº 149788) para su helicóptero “Libélula Viblandi” (construidos dos prototipos en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos). En 1941, fue nombrado Consejero Inspector General del Cuerpo de Ingenieros de Caminos del Ministerio de Fomento. Federico Cantero falleció en Madrid a la edad de 72 años.

Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales