N. V. Philips’ Gloeilampenfabrieken. Empresa electrotécnica holandesa fundada en 1912 en Eindhoven por los hermanos Gerard (1858-1942) y Anton Philips (1874-1951). Ingeniero de profesión, en 1891 Gerard estableció en Eindhoven Philips & Co. gracias a la financiación de su padre (banquero y comerciante). Presidida por Gerard, la compañía fabricaba componentes eléctricos, en especial bombillas, baratas y de calidad, para las compañías de energía eléctrica. No obstante, las ventas no eran buenas. En 1894, entró Anton Philips (1874-1951), el hermano pequeño de Gerard. El talento comercial de aquél llevó a inicios de siglo a la empresa a estar entre las más importantes del sector en Europa, en dura competencia con las alemanas Siemens y AEG y la británica Edison & Swan Co. Entre 1895 y 1905, la producción pasó de 400.000 bombillas a 4 millones. En 1907, alcanzó las 20000 diarias y fue rebautizada como NV Philips’ Metaalgloeilampenfabriek. En 1908, era creado un laboratorio químico y en 1909 una fábrica de máquinas eléctricas. En 1911, facturó 3,7 millones de florines. En 1912, ya como NV Philips’ Gloeilampenfabrieken, comenzó su actividad bursátil y fue copresidida por los dos hermanos (hasta 1922). Entre 1900 y 1910, la plantilla pasó de 400 personas a 2000. Desde su inicio, la compañía cuidó la mano de obra: viviendas, escuelas, hospitales, asistencia médica gratuita (desde 1900) o clubes deportivos como el PSV (fundado en 1913). También se adoptaron las modernas ideas de “management” procedentes de los EE.UU.

Por otra parte, al no tener Holanda un sistema de patentes, en sus inicios la empresa traía las innovaciones de otros países (Hungría y EE.UU.) para mejorarlas y venderlas más baratas. Pero los litigios eran frecuentes, por lo que se planteó la independencia tecnológica. Para ello, en 1914, fue creado un propio laboratorio de investigación (Philips Research Laboratories) a cargo del físico Gilles Holst (1886-1968), lo que permitió una diversificación hacia otras áreas (medicina, comunicaciones y pequeños electrodomésticos) y el registro sistemático de la propiedad industrial en sus propias innovaciones. La neutralidad de Holanda en la Guerra del 14 y la anulación de patentes alemanas en numerosos países favorecieron el crecimiento de la compañía. En 1916, fue creada una fábrica de vidrio para garantizar el suministro durante la contienda mundial. En 1918, sacaba un tubo de rayos X con fines médicos y se iniciaba un servicio de reparación de máquinas de radiografías. En años siguientes, fueron abiertas otras factorías (para hidrógeno y cartón ondulado) e instaladas oficinas de ventas en el extranjero (principalmente en Europa y América del Norte) para sortear las fuertes barreras arancelarias de aquellos tiempos. Uno de los métodos utilizados para penetrar las economías locales era ofrecer asesoramiento técnico a pequeñas fábricas a cambio de la propiedad de un porcentaje de ellas. También pactó con sus principales competidores. En 1919, con General Electrics en relación a las patentes de los filamentos de tungsteno. En 1924, ambas empresas y la alemana Osram Co. creaban Phoebus, un cártel internacional para pactar la vida estándar de las bombillas en 1000 horas y así estabilizar el mercado.

A principios de la década (1922), NV Philips contaba con 5500 trabajadores. En los 20, potenció las comunicaciones: válvulas electrónicas (1923), experimentos con la televisión y primeras transmisiones (1925 y 1928), el grabador acústico “Philigraph” y el pentodo “Miniwatt” (1926), emisiones y aparatos de radio en onda corta (1927). Llegó a más acuerdos (sobre patentes e investigación en radiofonía) con General Electrics (1925) y compró el fabricante británico de válvulas Mullard Ltd. (1927). No obstante, la profunda depresión de los 30 impactó severamente en NV Philips. Sólo en Eindhoven fueron despedidos 11000 trabajadores (el 60 % de la plantilla). Con todo, en 1932, llegaron a venderse un millón de radios y era comprada la alemana Valvo de tubos electrónicos. En 1933, ya era el principal fabricante mundial de radios domésticas y alcanzaba los 100 millones de válvulas. También salieron productos como la lámpara de vapor de sodio (1932) o la máquina eléctrica de afeitar “Philipshave” (1939) y se configuró definitivamente el logotipo empresarial (1938). Para 1939, NV Philips estaba recuperada, con 45000 trabajadores en todo el mundo. Ese mismo año, Anton Philips dejaba la presidencia en su yerno Frans Otten (1895-1969). Con la invasión alemana (1940), las instalaciones de la empresa recibieron importantes ataques aéreos. Durante la ocupación, la sede estuvo en Curaçao (Antillas Holandesas) y la principal base de operaciones en Nueva York. Pero las fábricas en territorio holandés continuaron abiertas, bajo la dirección del hijo de Anton Philips, Frits (1905-2005), suministrando material eléctrico al ejército alemán, por lo que a su vez sufrieron duros bombardeos aliados.

En 1945, NV Philips retornaba a Eindhoven y se reestructuraba para dotar a las filiales extranjeras de una mayor autonomía en asuntos financieros, legales y administrativos, si bien la política productiva era dirigida desde Holanda. En 1946, NV Philips comenzaba la primera transmisión televisiva del país. Se introdujo exitosamente en el mercado musical: creación de su propio sello discográfico (1951), compra de Mercury Records (1960), invención del cassette magnetofónico (1963) y fundación de PolyGram (1972), con la que participó en el accionariado de competidores como Deutsche Gramophone (1987), Motown (1993) o Decca (1999). En 1961, Frans Otten cedía la presidencia a Frits Philips. A partir de los 60, el mercado de los electrodomésticos fue de vital importancia (televisores, aparatos de radio, tocadiscos, magnetofones, afeitadoras y multitud de utensilios para la cocina y la casa). Más tarde, adquirió diversos fabricantes norteamericanos de televisores como Magnavox (1974), Signetic (1975) o Sylvania (1981) y también la división de alumbrado de Westinghouse (1983). A pesar de la fuerte competencia japonesa, en 1985 NV Philips alcanzaba los 100 millones de televisores y en 1995 los 300 millones de “Philipshaves”. Ello fue posible gracias a sus laboratorios, responsables de investigar en semiconductores (1953) y de introducir transistores y circuitos integrados en los electrodomésticos (1965), por lo que Philips pudo realizar la transición desde lo eléctrico a lo electrónico. Más adelante, otros logros fueron el sistema de lectura láser (1978) y el disco compacto o CD (de 1983, en colaboración con la japonesa Sony Corp.).

Sin embargo, NV Philips fracasó en la informática. A mitad de los 60, su computadora central “P-1000” no pudo con la “360” de la norteamericana IBM. En los 70, sacó unas minicomputadoras de notable aceptación, pero en los años 80 quedó marginada de la gran revolución protagonizada por los ordenadores personales o PC’s. En 1986, lanzó un sistema operativo que nada pudo hacer frente al “MS-DOS” de Microsoft. En 1992, se incorporó al negocio informático especializada en “hardware”. Otro traspié de NV Philips fue el video doméstico. En 1971, ya había sacado el “V-2000”, un primer sistema de magnetoscopio de alta calidad, pero fue superado en el mercado por otros peores como los japoneses “Betamax” (1975) y “VHS” (1976), de Sony y Panasonic respectivamente. A principios de los 90, fracasó de nuevo con el reproductor multimedia “CD-1” (1991) y la cassette digital (1992), rápidamente desplazados por la videoconsola y el DVD, en cuya invención (1997), no obstante, NV Philips participó junto a Sony y Toshiba. En 1995, era creada Philips Consumer Communications para la fabricación y venta de telefonía digital. En 1997, NV Philips pasó a llamarse Koninklijke Philips Electronics N. V. (con sede en Amsterdam). A comienzos del siglo XXI, Philips ha dado mayor importancia a la industria médica, liderando la producción de desfibriladores portátiles, sistemas de ultrasonidos y escáneres computerizados para tomografías. En 2006, logró ventas de unos 27000 millones de euros y empleó a casi 129.000 personas en 60 países. Hoy está estructurada en seis grandes divisiones (iluminación, investigación, electrodomésticos, diseño, sanidad e inversiones corporativas). Dispone, además, de un enorme activo en propiedad intelectual: 115.000 patentes, 22000 marcas, 11000 diseños y unos 2000 dominios en internet. 

Autor: Juan Luis Delgado Macías

Editor: Luis Fernando Blázquez Morales