Museo Virtual

Patente nº 12649

Un fotógrafo autómata

El fotomatón, esa cabina para hacer fotos automáticas e instantáneas, fue inventado en 1925 en los Estados Unidos por el emigrante ruso Anatol Josepho (1894-1980) y no llegó a España hasta 1929. Sin embargo, mucho antes podemos encontrar en nuestro país varios aparatos precursores. Así, entre 1890 y 1898, Antonio Durán Fornel, residente en Barcelona y Madrid, registró un total de cuatro patentes para máquinas de hacer fotografías de manera automática y mediante la inserción de monedas. La primera de ellas (nº 10758) tuvo en 1892 una efectiva explotación económica al recibir el permiso del Ayuntamiento de Barcelona para ser instalado el invento (accionable con una moneda de diez céntimos) en kioscos ubicados en varias plazas de la ciudad (Paz, Universidad, Pajarera).

En 1891, le fue concedida la patente nº 12649 para un curioso fotomatón antropomórfico. El fotógrafo automático de Durán representaba la figura de un fraile, podía mover los ojos en señal de aprobación al potencial cliente y dar instrucciones a éste gracias a un gramófono incorporado. Al introducir la moneda por la rendija correspondiente, se ponía en funcionamiento un mecanismo de relojería responsable de la toma fotográfica y de su revelado. El cliente podía regular la intensidad de la luz mediante una palanca que movía la apertura del diafragma. Tras finalizar el tiempo de exposición, un timbre avisaba de ello al sujeto retratado, que entonces podía retirar su foto, secada previamente con una estufa y depositada en uno de los bolsillos del fraile, mientras que en el otro podía obtenerse un marco para la fotografía después de insertar una segunda moneda. Esta patente superó el requisito de la práctica administrativa (realizada en Barcelona) y su inventor llegó a formar en 1892 una empresa para su comercialización.  Después de haber sido cedida a una compañía en 1899, la patente caducó dos años después.

Autor y editor: Luis Fernando Blázquez Morales